Mirarte a los ojos, mirarte sinceramente, mirarte y creer.
Creer que hay algo más, algo que no puedes explicar; la mente y el corazón se encuentran en contrariedad.
Ante un escenario totalmente desfavorable, te elijo.
Elijo no estar cien por ciento seguro de cuestiones tan mundanas; elijo la credulidad.
Hay demasiados indignados y desahuciados en este mundo como para elegir ser uno más.
Creer es el acto de rebeldía más humano.
Es humano porque, a veces, va en contra de la lógica; es una decisión de vacío.
Un vacío con esperanza.
Es completamente humano porque, de lo que no era, se pudo escribir y decir que fue.
Es humano porque te atreves, aun ante el riesgo de perder.
¿Quién decide perder?
Alguien que cree y ama.