Revoltijiando por ahí, me pare a donde suelo decir que no voy a parar. Allí donde digo que tampoco lo voy a borra. Me apeno mucho por vos y por mí. Por vos porque pienso que estás mal. Por mí porqué estoy mal, pensando en vos. El revoltijo me hace suponer que mi lógica dice que tengo que dejar todo intacto y no eliminar nada. Porque el “padecer” se cura, al parecer, tocando lo que no está resuelto, lo que hace daño a nuestras fibras sentimentales. Cada sesión de estas, termino cansado y con gusto a amargura. La compostura la pierdo si se la dejo a este insensato razonamiento. Debería quitarle poder a este tarambana... Józef Rapacki (1871-1929) In the Library, 1928
Por Eric Leonel Sánchez